Algunos dirán que la pedida de mano es una cursilería, otros simple protocolo y otros que es un momento muy especial, pero ¿queréis hacerlo? Hay muchas opciones para esta ocasión, pero debéis pensar que será el principio de una nueva aventura juntos.

Todos, o casi, conocemos la parte tradicional de este hecho en el que el novio pide a su futuro suegro permiso para casarse con su hija. La mayoría de las parejas se saltan este rito ya que no buscan el consentimiento de la familia sino informarles de su decisión, pero ¿cómo le vas a preguntar a tu pareja si quiere casarse contigo?

¿Queréis algo íntimo? Es una de las opciones más usadas normalmente por las parejas ya que prefieren una cena romántica o un viaje a un lugar especial para «hincar rodilla». En este caso es importante conocer bien a la pareja y saber qué es lo que más ilusión le hará ya que suele ser un evento más sencillo y no siempre tendrás la complicidad o el apoyo de alguien en ese momento. Por ejemplo, puedes hablar con un restaurante para que suene vuestra canción cuando se acerca el postre o simplemente cenar tranquilamente con tu pareja y buscar el mejor momento durante la cena. Cuidado con los atragantamientos que no son sólo cosas de películas.

¿Algo familiar? Hay algunos que aprovechan alguna celebración familiar para pedir matrimonio a su pareja (un cumpleaños, una boda, etc), aquí las opciones se multiplican por mil porque tienes la complicidad de tu familia y puedes contar con un organizador que te ayude en tu declaración. 

La emoción sentida es irrepetible cuando se está rodeado de amigos. Gracias N & N

¿Y con los amigos? Los amigos pueden ser la mejor opción para una declaración. Todas las aventuras están permitidas en este caso ya que es una situación más informal y la imaginación puede ser la mejor aliada. Desde una tarde de playa, una casa rural o un paintball vestidos con un mono… pueden ser buenas ocasiones para hacer una declaración. O, cómo hizo una de nuestras parejas, aprovechar un entrenamiento de su equipo. Hasta ese día especial los únicos cómplices éramos el entrenador y nosotros que nos organizamos para tener todo listo… la música, el champán y una jugada especial para indicar que era el momento clave. Durante el entrenamiento se avisó a todos los jugadores menos a la novia para que rodearan a la pareja en el momento indicado… y sí… La novia dijo «si».

¿Qué se os pasa por la cabeza para ese momento? Todo «se vale» como dicen los peques. Al fin y al cabo todo depende de vuestra personalidad y cómo sea vuestra relación, ya que cuando llega este momento suele ser algo que ya habéis hablado en alguna ocasión y el novio o la novia sabe que le van a decir que sí.